El nautilus ejemplo de evolución infinita.
El nautilus es un caracol marino que
posee una caracola en forma de espiral compuesta con una serie de
cámaras internas, donde el nautilus vivió por determinados espacios de tiempo.
En la medida que el nautilus va creciendo la cámara le resulta cada vez más
estrecha, por lo que será necesario agrandarla añadiéndole una cámara nueva más
amplia a su caracola
El crecimiento de la caracola del
nautilus es la imagen perfecta de la evolución infinita; el
conocimiento humano resulta ser algo similar conforme el niño avanza en su
concepción del mundo y le resultan estrecho su sistema, viéndose obligado
a construir una nueva concepción del mundo para poder entenderlo con las nuevas
herramientas de su psique.
La psique infantil también es una
caracola en espiral pues esta se va constituyendo con las concepciones por las
cuales hemos pasamos, que en determinados momentos de crisis regresamos a
esas viejas recamaras pero no para siempre, solo es para retomar impulso y
establecernos plenamente en nuestra actual concepción del mundo. La raza
humana es el máximo ejemplo de la evolución infinita pues no existe límite para
la psique del homo sapiens.